Cuando no oyes por un oído.

Llamamos sordera unilateral cuando no oímos por un oído mientras que por el otro la audición es normal. Este problema, relativamente frecuente, tiene consecuencias para la persona que pueden condicionar su calidad de vida, aunque tradicionalmente no se le haya puesto remedio. Quizás porque entonces no los hubiera, quizás porque no pensábamos que tuviera consecuencias, o los pacientes no demandaban un remedio.
Actualmente sabemos que no oír por un oído tiene consecuencias para la calidad de vida, además de unas causas que hay que investigar.
Las consecuencias más evidentes son:

  1. El efecto sombra de la cabeza. No podemos oír los sonidos que nos llegan por el lado del oído sordo.
  2. La incapacidad para localizar de donde llega el sonido. No localizamos desde que habitación nos están llamando, etc.
  3. La pérdida de comprensión en los ambientes de ruido. Cuesta mucho conversar en lugares ruidosos, en reuniones, cuando hablan varios a la vez.
  4. En los niños pequeños puede haber efectos negativos sobre el aprendizaje, con dificultades a la hora de leer, aprender o memorizar.

Además, otro efecto habitual, que en ocasiones no identificamos la sordera como causante, son la fatiga, el cansancio, la ansiedad y el aislamiento por las dificultades en las relaciones sociales o en el trabajo.

El mensaje es que la persona que no oye por un oído debe buscar ayuda. Descubrir la causa de su sordera y ponerle remedio. Esto es indispensable cuando hablamos de los niños que presentan esta sordera desde el nacimiento.
Existen remedios que podremos utilizar en cada uno de los casos.