Cuando no podemos llevar audífonos.

Hay ocasiones en las que por distintos motivos, resulta difícil o imposible que una persona se beneficie del uso de audífonos.
Las razones más frecuentes son la presencia de patologías del oído externo o medio, como otitis externa, eccema del conducto auditivo externo, u otitis medias crónicas. Todas estas suelen condicionar la presencia de infecciones de repetición, que impiden una buena adaptación del audífono. En otras ocasiones se trata de malformaciones de oído externo o medio, microtia, atresia de conducto auditivo, etc., que impiden la adaptación de audífonos convencionales de vía aérea.
En estas ocasiones la solución es decidirnos por la utilización de implantes auditivos que salvaran los problemas que impiden el uso de audífonos.
Los más utilizados son los implantes de conducción ósea, que trasmiten el sonido directamente al oído interno a través de los huesos del cráneo. También los implantes activos de oído medio tienen aquí sus indicaciones en algunos casos.
Y, por supuesto, cuando la pérdida auditiva lo recomienda, el uso del implante coclear es la tecnología a utilizar.