El implante coclear sin imán interno.

Desde siempre los implantes cocleares han tenido un imán interno situado en el receptor-estimulador, debajo de la piel, que junto con el imán externo, presente en la antena/bobina del implante externo, procuran la sujeción de ambas partes (interna y externa) del implante coclear.
Esta forma de sujección resulta muy cómoda porque no precisa de ningún método adicional para mantener los componentes virtualmente unidos para que se produzca la transmisión de información del sonido digital.
Pero la presencia de un imán interior tiene una serie de inconvenientes que pueden constituir un grave problema. Hablamos, sobre todo, de la necesidad de realizar exploraciones de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) con cierta frecuencia, sobre todo si se trata de exploraciones cerebrales, por la sombra que produce el imán interno, que dificulta o imposibilita la visión de la zona a explorar.
Hasta ahora, los fabricantes han desarrollado implantes con imanes más compatibles con la exploración por RMN, y los cirujanos investigan los lugares más apropiados de situar el imán interno, de forma que la sombra producida sea menor.
Pero por otro lado, la tecnología de RMN avanza, con la fabricación de aparatos cada vez más potentes y con mejor definición de imagen, pero que son más incompatibles con el imán del implante.
Ahora disponemos de un implante coclear sin imán interno, de manera que es compatible con la RMN, y además la sombra que produce en la imagen es mucho menor. Es un dispositivo indicado en pacientes que pueden precisar exploraciones por RMN con cierta frecuencia, sobre todo si se trata de controles de algún tipo de patología intracraneal.
Solo tiene un pequeño inconveniente, que precisa de un sistema de sujección accesorio que consiste en una pegatina que mantiene el imán externo en su lugar.