El manejo de los acúfenos.¿Es decepcionante?

Parece que si. Para muchos otorrinos es la bestia negra.
Cuando atiendes a un paciente que tiene acúfenos en uno o en los dos oídos, que no sabe como empezaron, que no cree haber sufrido trauma acústico, ni resfriado, ni otitis, etc., que no tiene pérdida de audición demostrable, y que tanto la exploración, como todas las pruebas funcionales y de imagen son normales, te ves en la necesidad de decirle al paciente que no sabes porqué tiene acúfenos, aunque la causa más frecuente sea el trauma acústico, repentino o prolongado o repetitivo. También puedes sospechar que un simple catarro o la gripe puede hacer que aparezcan unos acúfenos, que probablemente serán temporales, aunque más duraderos de lo que desearía el paciente.
Pero, aunque en muchas ocasiones no seamos capaces de descubrir el origen de los acúfenos, no significa que no debamos tratarlos.
Existe un verdadero arsenal de fármacos y de "complementos alimenticios" que se utilizan en el tratamiento de los acúfenos con mayor o menor fortuna en unos u otros casos. Y además hay otros muchos tratamientos que se utilizan en ocasiones más específicas, y que pueden ser más efectivos que los medicamentos.
No olvidemos que desde hace años se sabe que los tratamientos que han demostrado un mayor porcentaje de beneficio son las terapias de habituación y enmascaramiento. La TRT con el uso concomitante de audífonos enmascaradores.