El ruido. ¿Por qué afecta más a algunas personas?

Desde que apareció la revolución industrial y los obreros que trabajaban en industrias ruidosas comenzaron a presentar pérdida de audición, se asoció la exposición al ruido con la pérdida auditiva y se describió la "Pérdida de audición inducida por ruido".
Desde hace muchos años se sitúa entre las diez primeras causas de patología ocupacional, y, cuando se ha añadido el desarrollo de una sociedad ruidosa no solo en el trabajo, sino en la vida diaria en las grades ciudades, por el tráfico, las obras, los lugares de ocio, etc; el problema del ruido y de sus efectos se ha convertido en un problema de salud pública de primera magnitud.
Pero no todas las personas se afectan de la misma forma.
Existen distintos factores que hacen que unas personas tengan más pérdida auditiva que otras.
  • Uno de ellos es la susceptibilidad individual. Unos oídos se dañan más y antes que otros. Esta susceptibilidad varía mucho y podría tener una base genética.
  • Otro aspecto son los factores predisponentes como el tabaquismo, enfermedades cardiovasculares, diabetes, aumento de colesterol, la edad, etc.
  • En otras ocasiones es la combinación de algunos fármacos que son ototóxicos por si mismos, como los antibióticos aminoglucósidos, algunos diuréticos (fármacos para facilitar la función renal, los salicilatos como la aspirina y medicamentos usados en la quimioterapia antineoplásica, que unidos a un ambiente ruidoso, han demostrado tener mayor ototoxicidad.
  • Estudios recientes han demostrado que la interacción del ruido con un ambiente con exceso de monóxido de carbono, como en garajes o talleres de automóviles, y de otras sustancias químicas utilizadas en la fabricación de ciertos plásticos, etc. afectan de forma más permanente e importante a la audición cuando actúa cada uno de los estímulos por separado.
Debemos tener muy presentes estos aspectos de los efectos del ruido sobre nuestros oídos para evitar en lo posible sus efectos nocivos.