Es importante elegir bien los audífonos.

Cuando una persona no oye bien y decide buscar ayuda suele acudir al médico, que le enviará al especialista en otorrino para una valoración de sus oídos y su audición. Pero no siempre el especialista priorizará la solución de la hipoacusia, sobre todo si el paciente padece alguna patología susceptible de tratamiento, sobre todo algunos tipos de otitis crónicas, etc.
Pero la persona que padece hipoacusia, en muchas ocasiones tiene una percepción de pérdida de calidad de vida mayor que la que le produce la enfermedad causante.
En otras ocasiones el paciente acude directamente a un gabinete audioprotésico, donde harán un estudio más centrado en la audición y recomendarán también una visita al especialista para un posible diagnóstico del origen de la pérdida.
Una vez que hemos llegado a la conclusión de que al paciente le puede ayudar algún tipo de prótesis auditiva, es la hora de elegir la más conveniente para cada paciente.
Ya sabemos que actualmente podemos elegir entre prótesis e implantes, que puedan precisar cirugía o no. Y entre dispositivos que hagan llegar el sonido al oído interno de distintos modos.
Es importante elegir en cada caso el dispositivo que mejor se adapta a las necesidades del paciente.
En la gran mayoría de los pacientes la elección recae sobre los audífonos de vía aérea. Prótesis que no requieren cirugía, y que adapta y calibra el audioprotesista según las necesidades de cada paciente.
Una vez llegados a este punto, el paciente tiene que considerar que lo más importante en un audífono es que se adapte correctamente a su pérdida auditiva, que sea flexible mediante distintos ajustes o programaciones, y que se adapte correctamente a la anatomía y características de los oídos del paciente.
Eso es lo principal.
Después podremos valorar la posibilidad de conectividad inalámbrica, el tamaño más o menos grande, incluso el color o el precio.
Pero no olvidemos que lo más importante es que solucione de la mejor forma posible el problema auditivo del paciente.