La sordera. Mejor tratarla precozmente.

La sordera es una de las discapacidades sensoriales más frecuentes.
Según la OMS, en el mundo hay 466 millones de personas que padecen hipoacusia discapacitante. De ellos, 432 millones de adultos y 34 millones de niños.
Y lo verdaderamente importante es prevenir su aparición, cuando es posible, y tratarla precozmente cuando ha aparecido.
En el apartado de la prevención hay diversas acciones que tienen gran importancia:
  • El consejo genético para evitar las sorderas hereditarias.
  • Los avances en higiene y cuidados del embarazo y el parto para mejorar la salud del recién nacido.
  • Los cuidados pediátricos para evitar sorderas infantiles.
  • La educación de la sociedad para evitar el exceso de ruido, que es una de las causas más frecuentes de aparición de sordera en jóvenes y adultos.
  • Los hábitos de vida higiénicos, dieta alimenticia, tabaco, etc. Para retrasar la aparición de la presbiacusia o sordera por la edad.
Además de estas acciones, es importante diagnosticar precozmente la pérdida auditiva. Para poner remedio cuanto antes. Y para ello es necesario realizar distintas acciones.
  • Campañas de detección precoz de la sordera en el recién nacido. Muy extendidas en los países avanzados.
  • Las revisiones periódicas de la audición, tanto en los niños desde preescolar, como en adultos, a partir de cierta edad.
Y todo ello, para tener un diagnóstico temprano y poder iniciar la terapia precozmente.
En las sorderas congénitas es fundamental facilitar el acceso al sonido en los primeros meses de vida.
En los niños y adultos, debemos poner remedio cuanto antes.
A menor tiempo de sordera menos secuelas y mayor facilidad de adaptación a las prótesis o los implantes auditivos.