La vuelta al cole.

Hace unos días que los niños han comenzado de nuevo, o por primera vez, sus clases. Y, con ello, han comenzado también los catarros. Los contagios de los virus respiratorios se multiplican en los lugares con aglomeración de niños. Sobre todo con los niños que comienzan en la guardería o el colegio por primera vez.
Es un peaje que hay que pagar para disfrutar de una vida plena, feliz y provechosa.
Lo habitual son los mocos, las toses, las molestias de garganta, y algún dolor de oídos.
Las habituales visitas al pediatra son la norma, y los niños llevarán sin problemas estos primeros cursos escolares.
Pero en algunos pocos casos los problemas pueden ser tan importantes como para tener que tomar medidas más drásticas.
Si los mocos y la mala respiración nasal condicionan el sueño del niño, provocan ronquidos, incluso pausas de apnea durante el sueño. O si el niño tiene dolor de oídos muy repetidos, o le supuran, o da la impresión de que no oye bien. Ha llegado el momento de una visita al especialista en ORL, al otorrino.
El niño puede necesitar un tratamiento médico más específico, o, incluso una cirugía.