Las vegetaciones adenoideas.

Las adenoides o vegetaciones son una masa de tejido linfoide o de defensa situada en la zona de faringe que está detrás de las fosas nasales. Forman parte, junto a las anginas o amígdalas palatinas que podemos ver en el fondo de la boca, y de otras formaciones linfoides, del llamado anillo de Waldeyer, que actúa de defensa frente a los gérmenes que penetran por la boca o la nariz.
Normalmente alcanzan su máximo tamaño entre los dos y los seis años, y es en los niños donde suelen producir más problemas.
Su infección aguda produce la llamada adenoiditis aguda, con aumento del moco y obstrucción nasal, fiebre, dolor de garganta y en ocasiones otitis. Suele ceder en unos pocos días y, solo en ocasiones precisa del uso de antibióticos.
En ocasiones la repetición de estos procesos, o la exposición prolongada a virus, bacterias, irritantes, etc. provocan la adenoiditis crónica y/o la hipertrofia adenoidea, muy frecuente en los niños. Suele producir respiración bucal permanente, ronquidos y trastornos del sueño, aumento del moco y otitis recidivantes o derrame de moco en el oído, con pérdida de audición.
Ante estos síntomas es importante acudir al especialista para un tratamiento, ya sea médico o quirúrgico.
Es importante que el niño tenga una audición suficiente para una correcta adquisición del lenguaje y no tener problemas de aprendizaje en el entorno escolar.