Los petardos y la noche de San Juan.

Durante la noche de San Juan se celebran fiestas por doquier a lo largo de la geografía peninsular, celebrando el solsticio de verano.

Pero también se conmemora este acontecimiento en otros países como Portugal, Dinamarca, Noruega, Suecia, Reino Unido o Finlandia. También en latinoamérica son populares las noches de San Juan de Brasil, Chile, Venezuela, Bolivia o Perú.

Las tradiciones más frecuentes incluyen las fogatas, el caminar sobre brasas, la quema de peleles o muñecos y, frecuentemente el lanzamiento de petardos, tracas y fuegos artificiales.

Y esta es la razón por la que tratamos aquí el tema.

Los petardos pueden alcanzar "por ley" hasta unos 120 decibelios de potencia sonora. La exposición a ruidos de esta magnitud, según la distancia entre el petardo y la persona, o la repetición de explosiones, pueden provocar distintas alteraciones auditivas en las personas expuestas, sobre todo en niños pequeños y ancianos, consistentes en pérdida auditiva temporal o permanente, pero más frecuentemente con la aparición de acúfenos o ruidos en los oídos.

Es importante tener esto en cuenta para poder disfrutar de esta noche mágica sin padecer sus consecuencias al día o días siguientes.