No oigo bien. Pero, ¿cuanto me afecta realmente?

Muchas personas piensan que no oyen bien, incluso en ocasiones son sus familiares o amigos los que creen que su audición no es la correcta.

Resulta fácil salir de dudas, no hay más que acudir al especialista y hacer una revisión auditiva. Las pruebas de audición nos podrán aclarar el grado y tipo de pérdida auditiva que tenemos.

Pero antes de acudir al especialista podemos hacernos ciertas preguntas a nosotros mismos que nos pueden hacer sospechar que efectivamente no oímos bien y que, además, nuestra mala audición nos afecta en nuestra vida diaria.

Preguntas como: Prefiere no hablar en grupo, o conocer personas nuevas, o visitar amigos o familiares. Le cuesta oír en su trabajo, o cuando va de compras o de fiesta. Usa poco el teléfono, pone la televisión más alta que su familia, no oye bien en el teatro o el cine.

Estas y otras preguntas, contestadas afirmativamente nos deben hacer sospechar que nuestra audición no es la correcta.
Quizás ha llegado el momento de acudir al especialista para un diagnóstico y una solución al problema.