Pocos decibelios más pueden lesionar el oído.

Los decibelios sirven para medir el nivel de presión sonora en el ambiente. Pero se trata de una unidad logarítmica, de forma que, pequeñas variaciones de decibelio significan grandes variaciones de sonoridad y, por tanto, de capacidad para lesionar el oído.
Un ejemplo sencillo es esta tabla que mostramos a continuación, en la que observamos que, con una variación de sólo 3 decibelios, tenemos que reducir a la mitad el tiempo seguro de exposición de nuestros oídos, para evitar que sufran trauma acústico. La legislación laboral considera inseguros los lugares con más de 80 decibelios de presión sonora, y aconseja no permanecer en ellos más de 8 horas.

 TABLA

80 dB 8 horas
83 dB 4 horas
86 dB 2 horas
89 dB 1 hora
92 dB 30 minutos
95 dB 15 minutos
98 dB 7,5 minutos
101 dB 3,75 minutos
104 dB 1,875 minutos
   


Y así sucesivamente. Imaginen cuando, en algunos lugares, como algunos conciertos, u otros lugares de ocio podemos medir más de 100 dB de sonido ambiente.