Proteger a los niños del ruido.

En estos días todos los niños piden sus juguetes preferidos a Papá Noel o a los Reyes Magos. O, en muchos casos, a ambos.
Pero los niños no pueden conocer lo perjudiciales que pueden llegar a ser algunos de esos juguetes, por el excesivo ruido que producen y los efectos negativos que les pueden causar.
Son los padres los que deben estar atentos a solicitar en dicha carta de petición, que tanto Papá Noel, como los Reyes Magos, no traigan juguetes ruidosos que perjudiquen la salud de los niños.
Es importante que sean juguetes que cumplan la normativa europea y lleven la marca CE. Además hay que valorar que juguetes como muchas de las pistolas y armas que funcionan con pilas pueden producir un ruido de más de 110 decibelios, equivalentes al nivel de ruido producido por un camión pesado, taladradora, etc.
Otros juguetes, como coches con sirenas, alarmas, etc, también producen un ruido menor, aunque constante, de unos 85 o 95 decibelios, que también es perjudicial cuando el juego se prolonga más allá de unos minutos.
Podemos seguir una serie de consejos para cuidar la audición del niño durante el juego:
  • Pruebe el juguete antes de pedirlo. Si el sonido resulta molesto para usted, probablemente será también demasiado alto para el niño.
  • Si en las especificaciones del juguete advierte que supera los 80 decibelios, téngalo en cuenta a la hora de usarlo.
  • Lo mejor es elegir aquellos artículos con limitador o control de volumen.
  • Piense en el riesgo de que su hijo juegue con juguetes que advierten «no utilizarse cerca de los oídos».
  • Se pueden tomar medidas como quitar las baterías, o tapar los altavoces para amortiguar el sonido.
  • Los instrumentos musicales y las armas con efectos sonoros pueden ser los candidatos a producir más daño al oído del niño.
  • Es preferible jugar en la calle con los juguetes más ruidosos, ya que el ruido afectará menos al niño en el exterior.
Es importante tener presente que la pérdida de audición inducida por ruido es acumulativa, puesto que ocurre de forma gradual a lo largo de los años, y que, por tanto, es muy importante proteger la audición del niño.
Este año revisemos bien la carta de nuestros hijos, pensando en que nuestros niños pueden pasar mucho tiempo jugando con sus juguetes, y que no deben ser perjudiciales para su salud.