Ruido y tóxicos. Una mala combinación.

Todo el mundo conoce ya el efecto perjudicial del ruido para la audición; y como afecta el exceso de ruido en el ambiente laboral a los trabajadores.
Pero  quizás es menos conocido que hay numerosos productos químicos  que se manipulan o están presentes en industrias químicas, y que también son capaces de producir alteraciónes en la audición de los trabajadores, y, sobre todo, de aumentar los efectos nocivos del ruido en ellos.
Entre estas sustancias, las más frecuentes son: los disolventes orgánicos, como el estireno, tolueno, etc; los metales pesados como el plomo; o  gases como el monóxido de carbono o el ácido cianhídrico.
Se ha demostrado que los trabajadores en industrias químicas que están expuestos a alguna de estas sustancias, y además a ruido elevado, sufren mayor pérdida auditiva aunque los decibelios que soporten sean menores.