Ser musico tambien tiene su riesgo...

La necesidad de proteger los oídos tiene más argumentos. Pues además de la pérdida auditiva, algunos músicos también presentan otros trastornos auditivos como hiperacusia, acúfenos, etc.
La mejor manera de amortiguar la sobreexposición a sonidos elevados es el uso de tapones, que reducen entre 15 y 25 decibelios el impacto final. Los avances tecnológicos en este sentido juegan a favor de los músicos. como por ejemplo los protectores electrónicos adaptativos, se ajustan automáticamente a los cambios de nivel del sonido de la música, pero a la vez permiten tener una audición nítida y precisa, para que los músicos puedan desarrollar correctamente su trabajo.