Vértigo y audición.

El oído no es únicamente el órgano de la audición. En el oído interno se encuentra el laberinto. Su parte anterior está formada por la cóclea o caracol, responsable de la audición. Y su parte posterior la forman el utrículo, el sáculo, y los canales semicirculares. Estos órganos poseen los receptores periféricos que nos informan de los movimientos de la cabeza.
Cuando este laberinto posterior enferma, el síntoma fundamental que produce es el vértigo. La Real Academia Española de la Lengua lo define como: "Trastorno del sentido del equilibrio caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio del cuerpo o de los objetos que lo rodean", aunque en ocasiones se produzcan sensaciones de balanceo o desplazamiento.
En muchas ocasiones el vértigo laberíntico, el producido por una alteración en el oído interno, produce también síntomas auditivos. Suelen aparecer o agravarse en el momento que aparece el vértigo, en forma de acúfenos, sensación de plenitud ótica, (oído lleno) e hipoacusia, que en ocasiones fluctúan, se agrava y mejora, produce distorsión del sonido, etc.
Pero no todos los vértigos laberínticos se acompañan de pérdida auditiva.
El vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), el más frecuente entre los de origen laberíntico, no se acompaña de síntomas auditivos.
Aparece como crisis de vértigo giratorio de escasos segundos de duración con los cambios de posición de la cabeza. Al girarnos en la cama, al levantarnos o acostarnos, incluso a veces, al levantar o agachar la cabeza o al girar hacia los lados.
Se produce por la presencia dentro de los canales semicirculares, sobre todo del posterior, de unos cristalitos de carbonato cálcico, las otoconias, que se han soltado de su lugar correcto, que son los órganos sensoriales del utrículo y el sáculo.
Una vez diagnosticado, sobre todo mediante la maniobra llamada de DIX-HALLPIKE, el tratamiento es sencillo. En general no es necesario utilizar fármacos, y el tratamiento se basa en la realización de maniobras para recolocar las otoconias fuera de los canales semicirculares. La más ampliamente utilizada es la maniobra de EPLEY.
En ocasiones el VPPB puede aparecer de nuevo y precisar repetir las maniobras.