Los efectos del ruido. Conocerlos para prevenirlos.

Los efectos indeseados que puede producir el ruido en las personas dependen fundamentalmente de cinco factores:
 
  1. La intensidad del ruido en decibelios: Incluso ruidos por encima de 65-70 dB pueden ser perjudiciales. Cuando superan los 85 dB es obligatorio tomar medidas de protección del trabajador.
  2. Tiempo de exposición: Los efectos perjudiciales del ruido se multiplican con el tiempo de exposición. Se calcula que un trabajador no debe estar mas de 8 horas sometido a ruidos de hasta 85 dB. A partir de ahí, el tiempo disminuye a la mitad por cada 3 dB de aumento.
  3. Frecuencia en Herzios: Los ruidos de alta frecuencia son más nocivos que los de baja frecuencia.
  4. Intervalo entre las exposiciones: los periodos de descanso entre exposiciones al ruido facilitan la  capacidad de adaptación y recuperación de la normalidad.
  5. Susceptibilidad individual. Parece demostrado que no todas las personas tienen la misma susceptibilidad a los efectos perjudiciales del ruido. 

Estos efectos indeseables se producen en distintos órganos y funciones del organismo, causando síntomas y alteraciones muy variados. La aparición de estos síntomas en un contexto de exposición al ruido nos deben de alarmar ante la posibilidad de un efecto perjudicial del ruido.
 
  • Acúfenos o ruidos en uno o ambos oídos, al principio temporales.
  • Disminución de la capacidad auditiva.
  • Cefalea o dolor de cabeza.
  • Perturbación del sueño y el descanso.
  • Estrés.
  • Dificultad para la comunicación oral.
  • Efectos sobre el rendimiento laboral o intelectual.
  • Sensación de fatiga.
  • Alteraciones del sistema circulatorio, como hipertensión arterial, alteraciones de corazón, del aparato digestivo, como hiperacidez, meteorismo, etc.
  • Alteraciones hormonales: tiroides, suprarrenales, etc.
  • Disfunción sexual.

Como vemos en este listado, no solo hay alteraciones auditivas, o del sistema nervioso, sino que aparecen también alteraciones a otros niveles del organismo que, si ignoramos su posible relación con el ruido, podríamos atribuir a otras causas y no pensar que puedan estar causadas por el ruido.