La otitis serosa en el niño.

Ya hemos tratado en otras ocasiones la otitis serosa en la infancia. Se trata de un acúmulo de secreciones (moco, etc.) en el oído medio, en ausencia de signos o síntomas de infección aguda.

La importancia que le damos a este proceso está suficientemente justificada por la gran frecuencia con la que afecta a los niños, porque en muchas ocasiones pasa desapercibida, y porque en ocasiones puede producir problemas de pérdida auditiva, fracaso escolar, retraso en la adquisición del lenguaje, etc...

Y sin embargo, es una enfermedad que no siempre requiere tratamiento, en muchas ocasiones la curación es espontanea y la actitud más comúnmente aceptada es la de "la espera vigilada", pero siempre con un seguimiento continuado del niño.

Pero si que hay unos síntomas o signos de "alarma" que hacen aconsejable que el niño sea visitado por el especialista:
  • Cuando sospechamos que existe  pérdida de audición.
  • Cuando persiste más de 3 meses.
  • Cuando hay sospecha de retraso en el lenguaje.
  • Cuando hay signos o síntomas que dificultan o nos hacen dudar del diagnóstico.