implante osteointegrado y atresia del oído
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La atresia se define como la oclusión de un conducto del cuerpo humano. En el caso del oído, hablamos de una enfermedad congénita presente desde el nacimiento y que se registra cuando el conducto auditivo externo no se desarrolla de forma correcta. La atresia del oído suele acompañarse de malformaciones tanto en los huesecillos del oído medio como en el pabellón auditivo externo y el resultado suele ser la pérdida de audición.
La atresia del oído, también llamada estenosis del canal auditivo externo, causa pérdida auditiva porque debido a esta oclusión, en la que un revestimiento óseo hace de barrera, el sonido no se conduce correctamente hasta el oído medio y el oído interno.
Dependiendo del grado de oclusión, podemos hablar de atresias de diferente gravedad. En casos de atresia total, la obstrucción completa del orificio externo en la piel. El resto de grados vienen determinados por el grado de estrechez del canal auditivo.
La cirugía suele ser la vía principal utilizada para tratar la atresia y evitar la pérdida auditiva relacionada. No obstante, un implante auditivo de conducción ósea también puede resultar una alternativa al tratarse de una hipoacusia causada por un bloqueo de la transmisión del sonido a través del oído externo o del oído medio. En estos casos, el implante osteointegrado permite eludir el oído medio y usar vibraciones para transmitir sonidos a la cóclea.
La forma en la que un implante osteointegrado transmite los sonidos se puede explicar en tres pasos:
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