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Con el otoño y la primera bajada de temperaturas empieza a aumentar el riesgo de padecer otitis, que se multiplica en invierno cuando el frío es más notable. De hecho, la otitis media aguda es uno de los principales motivos de visita al médico durante esta estación del año. Los niños y las personas mayores son además los dos colectivos más vulnerables. En este post te damos consejos para prevenir y evitar estas molestas infecciones de oído.
Los resfriados suelen ser la puerta de entrada principal de las otitis. Según Juan Royo, doctor en otorrinolaringología y especialista de la comunidad auditiva Viviendo el Sonido, “es frecuente que en invierno la faringitis, la gripe o un simple catarro vayan acompañados de rinitis e incluso de otitis”.
Como decíamos, la otitis media aguda es la más frecuente y el motivo principal de consulta médica en esta época del año. Causada por un virus o bacteria que produce una acumulación de fluido detrás del tímpano, esta patología provoca una inflamación del oído medio que puede afectar a uno o a los dos oídos al mismo tiempo. El doctor Royo reconoce que es una infección “muy dolorosa” para el paciente. No obstante, señala, “si se trata de forma adecuada, no provoca problemas de audición permanentes”.
Las infecciones de oído hallan un vía de entrada más fácil si las defensas de nuestro cuerpo están más bajas. Por este motivo, niños y mayores son más vulnerables a las otitis, pues su sistema inmunológico es más sensible a las agresiones externas. En el caso de los más pequeños, por ejemplo, es muy frecuente la aparición de la llamada otitis media serosa o secretora, que se caracteriza por la acumulación de moco en los oídos. “Aquí sí que hay riesgo de pérdida auditiva, con lo que proteger a los niños del frío para evitar resfriados o catarros es vital”, alerta el doctor Juan Royo.
La prevención vuelve a ser el consejo principal para evitar la otitis. Y en este sentido, proteger de forma adecuada nuestros oídos durante el invierno es fundamental para que éstos no se vean perjudicados por ninguna infección. Ahí van una serie de consejos prácticos:
Otra advertencia: la práctica de la natación en piscinas climatizadas y cubiertas aconseja prevenir también la aparición de la otitis externa, igual de molesta que la que aparece con los catarros pero que tiene un tratamiento diferente. Para evitarla, el mejor consejo sigue siendo secarse bien los oídos después del baño y utilizar protectores auditivos mientras estemos en el agua.
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