Bichos en los oídos.

Extraño título el de nuestro artículo de hoy. Pero aunque parezca raro, de vez en cuando aún vemos algún paciente con un cuerpo extraño en el oído que resulta ser un ser vivo. Normalmente algún pequeño insecto o similar, como larvas, arañas, etc.
Son episodios más frecuentes en el campo, en verano, también se asocian a domicilios poco salubres, humedad, etc., aunque, en realidad, puede ocurrirnos en cualquier lugar.
El episodio resulta muy desagradable, e incluso doloroso para el que lo padece, y además puede resultar incluso complicado de extraer en algunas ocasiones.
Lo prioritario es inmovilizar el insecto para evitar que con sus movimientos o acciones pueda hacer más daño al tímpano o la piel del conducto y para calmar las molestias que produce.
Lo mejor es acudir al médico cuanto antes, pero si la atención se va a demorar unas horas, se pueden tomar acciones que mejorarán la situación.
Una de las más efectivas es ponerse en el oído aceite de cocina o similar a temperatura ambiente, llenando el conducto. Con ello conseguiremos que no llegue aire y se inmovilice el animal.