Cuando el niño se marea.

También los niños pueden padecer vértigo, aunque sea mucho menos frecuente que en los adultos.
Lo primero es distinguir si se trata de una cinetosis, o mareo que tiene el niño cuando viaja, sobre todo en automóvil, en cuyo caso no es preocupante. Podremos seguir los consejos habituales para intentar evitarlo.
Distinto es cuando el niño, sin razón aparente, tiene un vértigo, o se marea, o está inestable. Para el niño es difícil explicar lo que le está pasando.
Lo mejor es acudir al pediatra. Una simple otitis puede producir mareo al niño. Tras el diagnóstico y tratamiento se solucionará, probablemente sin dificultad.
Pero, si tiene los oídos bien habrá que buscar otras causas. La mayoría de las veces se tratará de una patología banal y puntual, pero si se prolonga y/o repite hay que realizar estudios diagnósticos. Hay que descartar problemas de corazón o neurológicos, etc., y descartados estos, intentar llegar a un diagnóstico, que no siempre es fácil.
El vértigo de Meniere puede aparecer en los niños, sobre los 10-15 años, pero es infrecuente.
El vértigo postural y/o postraumático es menos frecuente que en los adultos.
Pero hay un vértigo típico de la infancia. Es el llamado "vértigo paroxístico benigno infantil". Se trata de un síntoma de aura migrañosa (síntoma previo a la aparición de una migraña), pero que no sigue con dolor de cabeza. Suele aparecer entre los 3 y 5 años, aunque puede demorarse más.
Aparece en forma de crisis repentinas de mareo. El niño cesa su actividad, se pone pálido y tiene nauseas o vomita. Suelen repetirse a lo largo de unos 4-6 años hasta que ceden. Pero uno de cada tres casos suelen debutar entonces con dolores de cabeza, migrañas.
Habitualmente se trata de niños con padres que padecen de migrañas, que se marean mucho en los viajes y, en ocasiones han tenido tortícolis repetidas.
Si tu hijo se marea acude al pediatra o neuropediatra y al otorrino para una valoración.