El ruido. Respetar la convivencia.

Ya conocemos lo perjudicial que puede llegar a ser el ruido para nuestra salud y nuestro bienestar.
Por un lado, por sus efectos indeseados en nuestra salud auditiva cuando alcanza niveles perjudiciales para el oído. Por otro lado, cuando afecta a nuestra salud física y mental en general, por ser una fuente de molestias indeseadas, sobre todo interfiriendo en nuestro descanso o nuestra posibilidad de concentración. Aunque en este caso no sea preciso que alcance niveles sonoros lesivos para el oído.
La legislación debe dar respuesta a ambas situaciones. Evitando la emisión de sonidos lesivos para el oído, o limitando la permanencia de las personas en lugares donde se alcanzan dichos niveles. Y limitando los horarios y lugares de las actividades de todo tipo capaces de provocar ruidos que puedan afectar a las personas presentes en su radio de acción.
En esto, es muy importante, y así lo contempla la legislación, evitar el ruido en el hogar, y sobre todo en los horarios de descanso.
En general se limita el ruido que se puede alcanzar en la vivienda a 35 decibelios durante el día y 30 decibelios durante la noche. Pero, dado que son los ayuntamientos los encargados de establecer los límites, comprobamos que cambian de unos a otros. En esta tabla vemos algunos ejemplos.
 
  Dormitorios  Resto del domicilio
  Día Noche DíaNoche
 Madrid30 253530
 Barcelona30253530
 Valencia40304535
 Zaragoza40274530

Por otro lado, hay ciertas limitaciones no bien conocidas, que pueden generar conflictos o incluso multas cuantiosas. Por ejemplo, podemos realizar obras en casa de lunes a viernes, y de 8 de la mañana a 21 o 22 horas, según los municipios. Incluso, sólo podemos usar maquinaria hasta las 20 horas.
Y las multas pueden alcanzar los 3000 euros, si es una infracción grave, como hacer obras en horario no permitido, o superar los decibelios permitidos en más del límite establecido.