El trauma sonoro.

Probablemente una de las causas más frecuentes de acúfenos es la exposición prolongada a ruidos de fuerte intensidad, ya sea de origen laboral, como en las industrias metalúrgicas, la construcción, etc. Por el uso de maquinaria como: sierras eléctricas, taladros, perforadoras, remachadoras, tractores, etc., o por ruido de origen social: mp3, discotecas, etc.

La aparición de los acúfenos por trauma sonoro es gradual e intermitente en sus primeras fases. Normalmente al principio, después de una  exposición a un ruido fuerte, tras la jornada laboral, tras un concierto, tras unos fuegos artificiales, se percibe un acúfeno durante un  período de tiempo de minutos a horas.

Si no hay una nueva exposición al ruido de fuerte intensidad el acúfeno desaparece.

Sin embargo, si la exposición al ruido se repite habitualmente, el acúfeno cada vez es más intenso y dura más.

En un momento dado, el síntoma se convertirá en permanente.

Las personas que ya presentan un acúfeno deben protegerse de los ruidos para que estos no aumenten de intensidad o aparezca otro nuevo.