Elegir los audífonos.

Hace unos años, cuando por fin, después de tener problemas para oír bien durante demasiado tiempo, habiamos decidido ponernos audífonos, la elección no era difícil. Nos fijábamos sobre todo en el tamaño y la discreción. Incluso, en ocasiones, preferíamos adaptarnos un audífono más discreto, aunque nuestra pérdida auditiva precisara un audífono más grande. El resto de características del audífono pasaban más desapercibidas.
En el momento actual la oferta en audífonos es inmensamente más variada, y los fabricantes intentan destacar en propiedades de sus audífonos que los diferencian de los demás.
Las distintas ofertas en tamaño y discreción suelen ser comunes a todos los fabricantes. Desde los invisibles IIC, alojados en el fondo del conducto auditivo externo, hasta los potentes BTE alojados detrás de la oreja, o los muy utilizados Rite, con o sin molde, tan discretos y eficientes.
Pero ahora, además, hay otras características de los audífonos que son un importante reclamo a la hora de elegir uno u otro modelo.
Entre otras propiedades, es muy valorada la conectividad con smartphones o tablets, etc. mediante bluetooth. La resistencia a la humedad, y/ a la inmersión en agua. La utilización de baterías recargables. Incluso la duración de estas y la rapidez de la carga.
En resumen, actualmente, además de su fin primordial que es mejorar la audición de las personas con pérdida de audición, los audífonos son valorados por otras propiedades que facilitan y mejoran su experiencia de uso.