Fiestas sin ruido.

Tradicionalmente todas las festividades se acompañan de niveles de ruido que, en muchas ocasiones, rebasan lo aconsejable para evitar molestias desagradables o, incluso, daños a la salud auditiva de los participantes.
Las fiestas se caracterizan por grandes aglomeraciones de gente, conciertos, cabalgatas, fuegos artificiales, etc. Eventos que suelen producir un nivel de sonido muy elevado. Además, en muchas ocasiones, estos eventos se producen en horario nocturno, con el consiguiente menoscabo en la calidad del descanso de los vecinos.
Es muy habitual que se consientan, en muchas ocasiones, esas transgresiones ruidosas, porque la mayorÌa de la población está participando de la fiesta. Pero el hecho es que cada vez hay más fiestas, y más personas que pueden verse perjudicadas. Sobre todo si viven en zonas del centro de las ciudades, donde se prodigan dichos eventos.
Ahora leo una noticia que, por lo novedosa y original, merece consideración. Un grupo municipal del ayuntamiento de una población española propone una moción para estudiar la posibilidad de:
  • Usar fuegos artificiales "silenciosos" en los espectáculos pirotécnicos.
  • Crear en las cabalgatas de las fiestas un "espacio sin ruido" de unos 200 metros, en los que se evite la música y los gritos, para que niños con trastornos del espectro autista (TEA) e hipersensibilidad al ruido, puedan asistir a estos festejos sin asustarse.
Podremos tener diversas opiniones sobre si es acertado o no, pero lo que está claro es que puede ayudar a concienciar a la gente de los peligros del exceso de ruido.