Intenso dolor de oído.

Hay muchas razones por las que se puede tener un dolor agudo en el oído.
En muchas ocasiones se trata de una otitis externa difusa o una otitis media aguda. En ocasiones un forúnculo en el conducto auditivo externo. Raramente de una pericondritis aguda o infección del cartílago de la oreja.
En todos estos casos el médico puede visualizar las lesiones y el diagnóstico suele ser sencillo, con lo que se podrá instaurar el tratamiento adecuado.
En otras ocasiones la exploración del oído será absolutamente normal. El médico deberá buscar otros orígenes del dolor.
Lo más frecuente es que se trate de una "otalgia refleja", es decir un dolor referido por una lesión de vecindad o a distancia. Frecuentemente se trate de una amigdalitis aguda, o de un problema dental, o de la alteración de la articulación mandibular. En estos casos habrá que tratar el origen del problema.
Pero también es posible que un dolor intenso, agudo y reciente del oído se deba a una infección por el virus del herpes, y en ese caso, lo primero en aparecer habitualmente es el dolor, por lo que al principio la exploración es normal. Sólo después de unas horas o 2-3 días aparecerán las vesículas típicas del herpes en la oreja y el conducto auditivo, además de la aparición de una parálisis del nervio facial y/o de una pérdida auditiva y vértigo.
Por ello, si el dolor es reciente, aunque el médico no aprecie nada patológico en la exploración, es conveniente estar atento a los posibles síntomas posteriores y acudir de nuevo al especialista si estos aparecen.