Sonidos que afectan a tu oído.

Ya conocemos lo perjudicial que el ruido puede llegar a ser para las personas. Incluso para otros muchos animales, que lo evitan y cambian su comportamiento para no soportarlo.
También conocemos que no sólo afecta a nuestra audición, sino que puede afectar a nuestra salud en muy diversos ámbitos. Desde problemas cardiovasculares, nerviosos, digestivos, etc.
Y que no siempre es necesario que su volumen sea excesivo, algo imprescindible para que afecte a nuestra audición. Puede ser más perjudicial para nuestra salud un ruido de 40 a 45 decibelios en nuestro dormitorio mientras intentamos dormir, que el ruido del tráfico, de unos 65-70 decibelios en una calle muy transitada, mientras vamos de compras.
Todo esto puede entenderse si nos fijamos en la definición de ruido, que varía de unos diccionarios a otros. La RAE lo define como: "Sonido inarticulado, por lo general desagradable." Pero hay otras definiciones que pueden parecer más claras o completas, como esta otra, que define el ruido ambiental: "Sonido exterior no deseado o nocivo ¿generado por las actividades humanas?, incluido el ruido emitido por los medios de transporte, por el tráfico rodado, ferroviario y aéreo y por emplazamientos de actividades industriales." Aunque no siempre es generado por los humanos.
En resumen, lo constante en el ruido, es que se trata de un sonido indeseado y desagradable.
Pero no todos los sonidos que afectan a nuestro oído son desagradables.
Pongamos el ejemplo de la música,  un sonido agradable, que escuchamos con deleite, como parte de nuestro ocio y placer, y que puede afectar gravemente a nuestra audición.
De hecho, en la actualidad, es una de las grandes preocupaciones de la OMS, por la gran cantidad de personas jóvenes afectadas por nuestra costumbre de escuchar música a alto volumen durante demasiado tiempo.
Y es un gran problema porque son sonidos agradables que nosotros buscamos y a los que sometemos nuestros oídos por placer, en vez de evitarlos, como hacemos con un ruido que nos resulta desagradable.
Es importante estar atentos a posibles señales que nos indiquen que estamos sometiendo a nuestros oídos a un volumen de música que puede dañarlos. Habitualmente, cuando nuestros oídos sufren música a elevado volumen tendremos un acúfeno tras la exposición, que suele durar unas horas y que nos avisa.
No ignoremos ese mensaje.