Vigila tu audición.

Desde hace años sabemos la importancia que tiene vigilar nuestra audición.
Es fundamental conocer precozmente las posibles alteraciones auditivas, tanto por tomar medidas precoces para prevenir la hipoacusia, como para iniciar su tratamiento cuanto antes.
Ya sabemos que la edad es un factor determinante en la aparición de pérdida de audición. La presbiacusia, o pérdida auditiva por la edad, afecta a un porcentaje mayor de población cuantos más años cumple.
Habitualmente la presbiacusia aparecía pasados los 50, de manera que el 25% de las personas de edades comprendidas entre 65 y 75 años presentaba hipoacusia ligada a la edad, aumentando hasta el 40% en personas de más de 75 años.
Con estos datos, hasta ahora se aconsejaba una revisión auditiva anual a partir de los 50 años.
Sin embargo en los últimos años, con el exceso de ruido que sufre nuestra sociedad, y con los hábitos de ocio de muchos jóvenes, hay datos de que los primeros signos de pérdida de audición suelen aparecer entre los 40 y 45 años, incluso antes en algunas profesiones o hábitos sociales.
En estos momentos está justificado comenzar las revisiones auditivas a más temprana edad. Sobre todo en trabajadores en empresas con ruido, hostelería, sobre todo nocturna, usuarios de auriculares, personas con acúfenos esporádicos, problemas frecuentes de oído, etc.
Si descubrimos una leve pérdida por el ruido, o una pérdida auditiva por cualquier otra causa, podremos dar consejos sobre protección contra el ruido, sobre hábitos de vida más sanos, alimentos aconsejables o perjudiciales, fármacos o productos químicos tóxicos para el oído, etc.
Y si la hipoacusia lo requiere se podrá aconsejar alguno de los tratamientos disponibles.
Debemos conocer la importancia de adaptar prótesis auditivas precozmente, cuando conocemos el problema. Demorar la adaptación hace que pueda ser más difícil para el paciente acostumbrarse a su uso, y necesitar rehabilitación auditiva.