El oído taponado.

Todos los años, con la llegada del otoño sobre todo, acuden a la consulta del otorrino muchas personas con la misma queja: Doctor tengo el oído taponado.
Casi siempre se trata de un oído el afectado, en muchas menos ocasiones el paciente se queja de los dos oídos. En ocasiones, refieren haber tenido un resfriado, aunque no siempre.
También es habitual que ya hayan recibido tratamiento prescrito por el médico de familia, sin haber notado mejoría.
 Y lo más frecuente es que, al mirar los oídos, no encontremos alteraciones del tímpano, si acaso una ligera retracción, o una casi inapreciable diferencia de color.
Normalmente, a pesar de la sensación de oído tapado, la audiometría es absolutamente normal.
En resumen: tenemos un paciente con un síntoma muy molesto, el oído tapado, que muchas veces cree tener un tapón de cerumen. Y, sin embargo, la exploración es prácticamente normal.
Habitualmente el diagnóstico es una "Tubaritis" o disfunción de la trompa de Eustaquio, muchas veces en relación con el proceso catarral anterior.
La evolución natural de la enfermedad es a la resolución espontánea, aunque suele tardar en solucionarse, lo que muchas veces desespera al paciente.