Tiempo de acúfenos.

Los ruidos, zumbidos, pitidos en los oídos. Un desagradable síntoma que padecen más de 4 millones de españoles, y que los profesionales conocemos como acúfenos o tinnitus.
Son muchas las alteraciones del oído o de la vía auditiva que pueden ocasionar acúfenos. Desde un simple tapón de cerumen o una otitis, hasta la pérdida auditiva por ruido, el vértigo de Ménière, o la ototoxicidad por medicamentos.
Y es un síntoma que puede llegar a ser muy desagradable y producir situaciones de ansiedad, depresión, etc.
Pero también es un hecho que situaciones de ansiedad o estrés continuado pueden producir acúfenos, y, además tener una vivencia muy desagradable de su existencia.
En estos tiempos que nos está tocando vivir, con una situación de confinamiento, de miedo ante el futuro y la enfermedad, y, por lo tanto, con un aumento de las situaciones de ansiedad, estrés, o depresión, particularmente tengo la impresión de que las personas que padecen acúfenos ha aumentado considerablemente.
Además, esta situación dificulta la atención presencial de los pacientes, y la realización de ciertas pruebas diagnósticas. Hemos tenido que atender a muchos de estos pacientes mediante consultas telefónicas, y aconsejar y tranquilizar hasta el momento de la consulta presencial.
Es importante siempre realizar un estudio diagnóstico del posible origen del acúfeno, pero  hay ciertas características de los acúfenos que nos pueden tranquilizar, y hacernos sospechar que tienen relación con el estrés o la ansiedad. Suelen ser acúfenos bilaterales, que a veces cambian de tono o intensidad, que se oyen más en silencio, sobre todo cuando se intenta escucharlos, sin pérdida de audición, y a veces con molestia para ciertos sonidos.
Por otro lado, si aparece un acúfeno unilateral, de inicio repentino, y que se acompaña de sordera y/o vértigo, es conveniente ponerse en contacto con el especialista.