Trabajar con ruido.

Los trabajadores expuestos a ruido desarrollan una pérdida de audición progresiva a lo largo de los años que llamamos sordera profesional, y que afecta de mayor manera según distintos condicionantes, tanto del ambiente donde trabaja la persona, como del mismo trabajador.
Es importante que conozcamos la existencia de esta consecuencia de trabajar con ruido, sobre todo porque se trata de una lesión irreversible, y porque en los primeros estadios, las alteraciones de la audición no producen síntomas a la persona.
Normalmente el trabajador comienza a notarlo años después de la exposición al ruido, aunque en muchas ocasiones, el síntoma inicial sean los acúfenos o ruidos en los oídos.
Dado que se considera una enfermedad profesional, los paises tienen leyes laborales encaminadas a proteger a los trabajadores expuestos a sonidos dañinos para el oído, y la legislación laboral exige medidas para evitar la sordera profesional.
Por un lado medidas para reducir el ruido ambiente: insonorizar maquinaria, aislamientos acústicos, etc.
Por otro lado protecciones individuales para el trabajador: tapones o cascos, alternancia en el puesto de trabajo, etc.
Los factores que influyen en la aparición y gravedad de la sordera profesional son, por ejemplo:

  • El nivel de ruido en la empresa.
  • La duración de la exposición.
  • La edad.
  • La susceptibilidad individual del trabajador.
  • La existencia de otras sustancias ototóxicas en el lugar de trabajo, como algunas sustancias químicas.