Los equilibrios siempre son difíciles. Hay que encontrar un punto medio que satisfaga a ambas partes y no es tarea sencilla. Es lo que ocurre precisamente en verano con las terrazas al aire libre: confluye el derecho de los establecimientos y sus clientes a tomar algo al aire libre con el de los vecinos a descansar por la noche. En este caso, un buen baremo de ponderación es la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que el nivel de ruido en un dormitorio no supere los 30 dB, si bien muchas terrazas llegan a los 90dB. Evitar esta contaminación acústica no es un tema menor, pues la ansiedad por no poder dormir puede derivar en enfermedades cardiovasculares como hipertensión o infarto de miocardio.
En la mayoría de ciudades españolas, el citado punto de equilibro lo marca una ordenanza municipal, pues son los ayuntamientos los que tienen competencia para otorgar las correspondientes licencias de apertura. En este sentido, los consistorios fijan horarios de cierre de las terrazas y hasta distancias mínimas respecto a bocas de metro o aceras. En algunas urbes como Barcelona, se realizan además controles en las denominadas microzonas, espacios urbanos donde se produce una mayor concentración de locales y que, por lo tanto, son más propensos a tener ruidos que alteren el descanso de los vecinos. Los puntos más conflictivos son Ciutat Vella y Gràcia, que estos días celebra su fiesta mayor.
Precisamente el ruido generado en espacios públicos y terrazas es la principal fuente de quejas vecinales. Según el informe Ruido y Salud en Barcelona, elaborado por el Observatorio Ruido y Salud DKV-GAES con la colaboración de ECODES (Fundación Ecología y Desarrollo), señala que un 44% de las llamadas a la Guardia Urbana para denunciar exceso de ruido se refieren a esta incidencia. En segundo lugar, con un 42, se sitúan los ruidos domésticos.
En todo caso, los afectados por los debelios de una terraza cercana, aparte de la posible reclamación o denuncia legal, pueden seguir algunos consejos para intentar conciliar el sueño:
- Utilizar tapones para dormir. Atenúan el sonido y nos permiten conseguir un sueño duradero.
- Intentar que el dormitorio esté en la zona menos ruidosa de la casa.
- Revisar el aislamiento de las ventanas y cerramientos de la casa para instalar unos que protejan más del ruido exterior.
- Colocar plantas en el balcón o terraza de casa como elementos aislantes complementarios.