Apuesta por los servicios públicos accesibles

Las personas con problemas auditivos se enfrentan a una barrera muchas veces infranqueable: la comunicación con los demás. Y esta limitación es especialmente frustrante cuando se trata de servicios básicos y departamentos de atención al cliente. Afortunadamente, y aunque poco a poco, la tendencia es la de hacer más accesibles estas prestaciones, siendo las administraciones públicas las que están tomando la iniciativa. Los ejemplos son muchos y variados.

La noticia más reciente sobre comunicación accesible la protagoniza el Ministerio de Justicia que, mediante una app llamada Texmee, permite a los usuarios contactar y comunicarse con este departamento en tiempo real mediante mensajes de texto.  Esta iniciativa forma parte del Plan 2015 de aceleración de la Justicia en entornos digitales que tiene como objetivo hacer un ministerio más abierto, accesible y centrado en las necesidades de los ciudadanos del siglo XXI.

Otro ejemplo de buenas prácticas lo protagoniza el Ayuntamiento de Alcobendas, que ha adaptado el servicio telefónico de atención ciudadana (SAC) para que pueda ser accesible a las personas con discapacidades auditivas o problemas de comunicación verbal, haciendo uso de una aplicación de móvil gratuita. Esto será posible a través de la plataforma Telesor, que permite que la comunicación entre los vecinos y el personal del SAC o de la Policía Local se realice en tiempo real, por turnos y a través de texto.

Dos ayuntamientos más muestran el camino a seguir: el Consistorio de Santander, que ha formado a trabajadores municipales en la lengua de signos, y el de Santa Margalida, en Mallorca, que el pasado verano hizo lo propio con los socorristas en una iniciativa pionera en España.

Otra gran noticia relacionada con servicios públicos accesibles la recibíamos a principios de año, al conocerse que el 016, el teléfono de denuncias anónimas y confidenciales para casos de violencia de género, estará disponible para personas con problemas auditivos a través de una plataforma gratuita de videointerpretación. Y decimos buena noticia, porque la no adaptación de este problema supone un riesgo para la efectividad de este servicio. Y más cuando de las 54 mujeres que murieron asesinadas en 2013 por violencia de género, cinco tenían alguna discapacidad.  Hasta ahora, ninguna persona con problemas auditivos podía acceder a esta prestación, limitación subsanada gracias a la integración de un servicio de traducción simultánea por vídeo denominado Svisual, que permite establecer conversaciones entre personas con discapacidad auditiva y oyentes, con la oficina del 016.

Una demanda general
La necesidad de adaptar y hacer accesibles los servicios públicos a personas con problemas auditivos no sólo se constata en el ámbito público. También en el privado, donde la demanda es notable. El mejor y más mediático ejemplo lo encontramos en la denuncia que ha formulado la Asociación Nacional para Sordos de Estados Unidos contra la Universidad de Harvard, argumentando que esta institución limitó el acceso de población con discapacidad auditiva a material e información disponible en línea, que en muchos casos no tenía el servicio de subtítulos Closed Caption o que presentaba irregularidades en el mismo. Este tipo de subtítulos permiten que los contenidos audiovisuales estén disponibles para personas con dificultades auditivas, pues presentan de forma escrita lo que se transmite oralmente.

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