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Dormir con acúfenos
Los acúfenos, sobre todo si son severos, pueden impedir conciliar el sueño, causando insomnio y, por tanto, episodios de ansiedad e irritabilidad a causa del cansancio acumulado. De hecho, el silencio imperante cuando nos acostamos causa que los pitidos en el oído se perciban de forma más intensa. Realizar ejercicios de relajación y oír sonidos agradables que se superpongan a los pitidos en los oídos pueden ser una buena solución.
La prevalencia del acúfeno nocturno
En España se calcula que cerca de 4 millones de personas padecen tinnitus. Y según el doctor Juan Royo, de la comunidad de salud auditiva Viviendo el Sonido, cerca de la mitad tienen problemas para dormir. Royo remarca que entre estas personas muy frecuente el uso de fármacos para dormir, aunque su uso continuado pueda provocar cambios en el ciclo del sueño fisiológico.
Cómo dormir a pesar de los acúfenos
Hay diferentes opciones para combatir los molestos pitidos en los oídos y poder conciliar el sueño:
- Realizar ejercicios suaves de relajación antes de acostarse.
- Escuchar la radio o la televisión, pues el sonido acaba enmascarando los pitidos en los oídos
- Escuchar música relajante que se superponga a los zumbidos
- Potenciar otros sentidos, como el olfato a través de aromas agradables, para desviar la atención de los pitidos en los oídos.
- Evitar el café y el alcohol por la noche.
Tratamiento de los acúfenos crónicos
Cuando notamos que los pitidos en los oídos nos condicionan en nuestro día a día es cuando debemos acudir a un centro especializado para que nos evalúen el alcance del tinnitus y nos propongan el tratamiento más adecuado. Una de las soluciones que se ha demostrado más efectivo es la denominada Terapia de Reentrenamiento del Tinnitus (TRT), con una eficacia probada en un 85% de los casos. Esta terapia para tratar los acúfenos no se basa en enmascarar o camuflar los pitidos o zumbidos, sino que se centra en la habituación. Desarrollado por el doctor Pawel Jastreboff, este tratamiento lleva aplicándose desde hace más de 30 años con el objetivo de que el paciente se acostumbre a ese sonido hasta que deje de ser consciente de oírlo.
