Temas del artículo
Ha empezado el mes de junio y ya tenemos muy cerca el verano. Las temperaturas han subido y después de una primavera especialmente lluviosa hay ganas, y muchas, de piscina y playa. Un gran plan, sin duda. Pero como siempre, un aviso para bañistas, grandes y pequeños: cuidado con las otitis. Os explicamos cómo tratarlas y, más importante aún, cómo evitarlas.
Lo dicho: se acerca el verano y la combinación de altas temperaturas con la humedad son un caldo de cultivo ideal para que gérmenes y bacterias se instalen en nuestros oídos provocando infecciones. Y la molestia más frecuente en este sentido es la otitis, una infección que produce una inflamación del conducto auditivo y que afecta tanto a niños como a adultos. Para evitar este problema, nada mejor que prevenirlo secando bien los oídos después de cada chapuzón. Sencillo pero efectivo.
El doctor Juan Royo, uno de los expertos de la comunidad de salud auditiva Viviendo el Sonido, añade otro consejo al de secarse bien los oídos. Royo recomienda también los preparados en spray que eliminan la humedad del conducto auditivo y no dejan que se acumule el cerumen. No obstante, reconoce, “lo más efectivo es la utilización de tapones que se adapten bien a nuestros oídos y que eviten la entrada de agua”.
Igual de importante que evitar la acumulación de humedad en el oído es la calidad del agua en la que nos bañamos. Por tanto, si tenemos una mínima duda sobre este extremo, mejor no arriesgarse. La otitis puede estropearnos la semana o parte de unas vacaciones…
Limpiar los oídos
Seguimos con consejos prácticos. Esta vez, subrayando la necesidad, también en verano, de potenciar la higiene de nuestros oídos. Y es que la cera acumulada puede absorber el agua durante el baño, hinchándose y provocando un tapón. Además, aún hay mucha gente que confiesa que sigue utilizando bastoncillos de algodón, un sistema que puede perjudicar nuestra salud auditiva, ya que lo único que hace es empujar la cera hacia el interior, provocando infecciones o incluso perforaciones de tímpano.
El aire acondicionado, un factor de riesgo para el oído
Aunque es el principal agente conductor, el agua no es el único vehículo de transmisión de infecciones de oído. El abuso del aire acondicionado también puede ser un factor de riesgo. Este tipo de dispositivos reduce la humedad del entorno y provoca un ambiente artificial frío y seco que afecta a las vías respiratorios y al oído. También la falta de agua y la consiguiente deshidratación puede provocar acúfenos, sobre todo por la disminución del volumen de sangre en circulación y la tensión arterial baja.