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Audífonos, vértigo y mareos

¿Los audífonos causan vértigo?

Los audífonos no provocan vértigo, pues no alteran ni afectan el sistema vestibular, responsable de la sensación de equilibrio. Sí que es cierto que el uso de esta solución auditiva requiere un periodo de adaptación, pues implica una ayuda externa que procesa lo que oímos, pudiendo causar al principio cierta desorientación. Pero en todo caso, los audífonos no causan vértigo.

¿Los audífonos sirven para tratar el vértigo?

Los audífonos son una solución auditiva que aparte de compensar la pérdida de audición pueden ayudar a mejorar el equilibrio, reduciendo el vértigo. La efectividad de estas prótesis en el abordaje de la sensación de inestabilidad y mareo se debe a la asociación que se produce muchas veces entre hipoacusia y empeoramiento del equilibrio.

Los audífonos mejoran el equilibrio

Un estudio realizado en 2014 por la Universidad de Washington concluyó que las personas con pérdida auditiva que utilizan audífonos mejoran su estabilidad y equilibrio respecto a las que no los usan. La evidencia se obtuvo tras analizar el resultado de diferentes pruebas y ejercicios de equilibrio con los audífonos encendidos y apagados, exponiendo a los participantes a ruido blanco.

Los audífonos reducen el riesgo de caídas

El hecho de que los audífonos compensen la pérdida auditiva en personas mayores (presbiacusia) repercute de forma directa en una reducción del riesgo de caída por problemas de vértigo y equilibrio. Otro estudio realizado en Estados Unidos, concretamente por el Johns Hopkins University School of Medicine, puso cifras a esta asociación: las personas de más de 65 años con hipoacusia y problemas de vértigo tenían tres veces más posibilidades de sufrir una caída accidental.

Los audífonos rebajan lo esfuerzos cognitivos

El responsable de este estudio de la Johns Hopkins University School Medicine, el doctor Frank Lin, recuerda que las personas con pérdida auditiva no tratada destinan además un mayor esfuerzo cognitivo para intentar oír bien. Y esta mayor carga cognitiva implica menos recursos para mantener el equilibrio en personas mayores.

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