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Los síntomas de la presbiacusia, pérdida auditiva relacionada con la edad, se han adelantado una media de diez años, según los especialistas. El exceso de ruido, sobre todo en las grandes ciudades, y el estilo de vida, con exposición a sonidos muy elevados y de forma muy periódica, explican este avance en la pérdida de audición.
Gente cada vez más joven acuden al especialista por pérdida de audición
Los otorrinos coinciden en señalar que ha disminuido la edad de las personas que acuden a la consulta por problemas de audición. Así lo confirma Mari Cruz Iglesias, jefa de servicio de la Unidad de Otorrinolaringología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, en declaraciones al diario El País. Iglesias es tajante: “La edad media ha bajado unos 10 años. Si antes los pacientes empezaban a tener problemas con los 70-80 años, ahora pasa ya una década antes″. El motivo, como señalábamos, es el contexto que nos rodea: “El tráfico, el cine, los conciertos y las discotecas. Incluso cuando entramos en las tiendas para hacer compras hay música. Es una vida envuelta en muchísimo traumatismo acústico que perdura todo el rato”.
Los jóvenes y el riesgo de escuchar música a un volumen elevado
Aparte de la contaminación acústica presente en las ciudades, el tipo de ocio de gran parte de los adoslescentes y jóvenes también supone un alto riesgo para su salud auditiva. Los datos son ilustrativos: uno de cada cuatro adolescentes sufre pérdida auditiva por escuchar música a un volumen de hasta 136 decibelios (dB), según ha señalado la Asociación Nacional de Audioprotesistas Audiólogos Protésicos. Más datos e igual de preocupantes: según una revisión científica publicada en la revista ‘Bristish Medical Journal Global Health’, entre 670 y 1.350 millones de adolescentes y jóvenes en el mundo están en riesgo de perder audición por exponerse a prácticas de escucha inseguras.
No superar el umbral de los 80 decibelios
Los especialistas insisten en que cualquier sonido que supere el umbral de los 80 dB ya pone en riesgo la salud auditiva, incluso a corto plazo. Además, en el caso de los jóvenes, la intensidad del ruido y el tiempo de exposición son determinantes. Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que, cuando oigamos música en los auriculares, no superemos los 80 decibelios (dB). En este sentido, se recomienda seguir la regla del 60/60, que consiste en no superar el 60% del volumen máximo que ofrezcan los auriculares y solo durante un máximo de 60 minutos. De esta forma, evitaremos exponernos a posibles lesiones auditivas que acaben siendo irreversibles.