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La pérdida de audición supone una limitación sensorial que comporta graves consecuencias sociales graves, especialmente, el aislamiento de los demás. Ahora una nueva investigación aporta una nueva e inquietante consecuencia, al señalar que la pérdida auditiva aumenta en niños y niñas el riesgo de que sufran ‘bullying’ (acoso escolar). En el siguiente post te damos más detalles sobre el por qué de este vínculo.
El hallazgo de que los niños y niñas con pérdida de audición tienen más posibilidades de padecer ‘bullying’ ha sido fruto de una revisión de estudios publicada en ‘Laryngoscope’. De los 17 estudios evaluados, nueve comparaban la victimización de los pequeños y pequeñas con discapacidad auditiva con la de sus compañeros con audición normal. De ellos, siete estudios informaron de que la pérdida de audición está significativamente asociada con un aumento del acoso escolar, y solo dos encontraron que la pérdida auditiva se asocia con la disminución de la victimización.
Audífonos y ‘bullying’
Esta revisión de estudios también concluyó que el ‘bullying’ sufrido por los niños con pérdida auditiva no se asoció con el uso de prótesis, como por ejemplo audífonos o implante coclear. Se trata de un hecho relevante, pues aún sigue vigente en muchas personas el estigma de que llevar una de estas soluciones auditivas genera rechazo (y, por tanto, complejo) en el portador o portadora.
Precisamente el uso de audífonos e implante coclear se ha destacado siempre como un elemento clave para evitar un mal rendimiento escolar de los niñas y niños con pérdida auditiva. De hecho, se estima que un menor con pérdida auditiva puede perderse hasta un 50% de las conversaciones en clase. El uso de audífonos o implantes cocleares corrige este problema e implica un progreso académico inmediato.
Aunque la pérdida de audición no afecta a la capacidad intelectual ni de aprendizaje de los niños, la mala percepción de los sonidos, sobre todo en la etapa temprana de adquisición de lenguaje, sí que condiciona su posterior rendimiento escolar. Los escolares con pérdida de capacidad auditiva tienen más dificultad, por ejemplo, para aprender vocabulario, gramática, orden alfabético, expresiones del idioma y otros aspectos de la comunicación verbal que condicionan la habilidad relacionada con la lectoescritura.
