La sensación es que la cabeza y el corazón laten al mismo ritmo. Oír ocasionalmente el propio latido cardiaco en el oído, lo que se define como acúfeno o tinnitus pulsátil, es uno de los acúfenos objetivos, ya que es un ruido realmente producido por una fuente sonora: el paso de la sangre por los vasos sanguíneos.
El fenómeno del tinnitus pulsatil por sí mismo no es patológico y habitualmente se soluciona de forma espontánea, a veces solo cambiando de posición. Sin embargo, si se produce a menudo, debe valorarse con más profundidad. El control del oído, efectuado por un especialista, permitirá conocer la causa del origen del tinnitus pulsátil y definir juntos la terapia más adecuada para recuperar el bienestar auditivo.
Las principales causas del acúfeno pulsátil se atribuyen a enfermedades de tipo circulatorio. Cabe decir que también existen otras causas que se pueden relacionar con la aparición del tinnitus pulsátil:
Todos estos elementos podrían favorecer que surja el acúfeno pulsátil. Asimismo, se han relacionado varios factores emocionales y físicos con la aparición del tinnitus pulsátil, incluido el estrés.
Después de la visita de control, los especialistas indicarán las soluciones más adecuadas para recuperar una función auditiva óptima y, con esta, una mejor calidad de vida. La terapia de enriquecimiento sonoro puede ser útil, ya que permite eliminar o reducir de manera sensible la percepción del acúfeno pulsátil gracias a la utilización de dispositivos acústicos específicos, que generan diferentes señales de enmascaramiento y de relajación, también a través de la emisión de melodías y sonidos elegidos por el usuario.
Además de esto, adoptar un estilo de vida saludable y seguir una dieta alimentaria regular puede suponer una gran ayuda. El secreto es elegir fruta, verdura y algas, e introducir alimentos que contengan elevadas cantidad de vitaminas A, B, E, zinc y magnesio. Moderar el consumo de café, té o alcohol completa la pauta.
Si bien no siempre está claro si el estrés provoca la aparición del tinnitus o es un factor que contribuye a ello, es habitual que el acúfeno comience en momentos de estrés elevado o después de un periodo de tensión. También es común que el acúfeno pulsátil existente empeore durante los periodos de estrés intenso. Para algunas personas, el acúfeno actúa como «barómetro» del estrés y a menudo empeora cuando se afrontan momentos difíciles en la vida.
El estrés es una de las principales causas agravantes de un tinnitus pulsátil preexistente. Por ello, es fundamental que las personas con tinnitus pulsátil consigan aprender a controlar el estrés. Este último estrecha los vasos sanguíneos reduciendo la circulación y, al mismo tiempo, aumenta la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea. Estos cambios influyen directamente en el grado de percepción del acúfeno pulsátil.
Lo que a menudo provoca un aumento o una disminución de la percepción del acúfeno es el nivel de ruido ambiental que determina o no un «efecto de enmascaramiento»: el tinnitus se percibe a bajísima intensidad en lugares con ruido, pero, por el contrario, puede ser especialmente molesto al atardecer o durante la noche, hasta el extremo de que sea difícil quedarse dormido.
Durante la tarde y la noche los sonidos y los ruidos ambientales disminuyen o se reducen de manera notable, haciendo que el acúfeno pueda parecer más intenso respecto a las horas diurnas. Además de la falta de sonido ambiental, el hecho de cerrar los ojos cuando vamos a la cama, provoca una falta de estimulación visual que centra la atención únicamente en el canal auditivo, con la consiguiente amplificación de todas las sensaciones que llegan a través de este órgano, lo que hace destacar los latidos en el oído al acostarse.
El tinnitus pulsátil por sí mismo normalmente no es peligroso. Sin embargo, para muchas personas los síntomas pueden llegar a limitar su vida cotidiana. Un médico o un audioprotesista podrá ofrecer consejos sobre los tratamientos eficaces para alejar este molesto ruido pulsátil en el oído.
El tinnitus pulsátil puede ser síntoma de una patología subyacente, por lo tanto, es necesario asegurarse de visitar al médico de familia o al audioprotesista en cuanto aparezcan los síntomas, de manera que se realicen las pruebas necesarias, mejorando de esta manera el bienestar si se siguen las indicaciones.
Normalmente el acúfeno pulsátil es permanente, a menos que esté provocado por una enfermedad subyacente o por un esfuerzo físico excesivo. En este caso, una vez curada la patología o finalizado el esfuerzo, el tinnitus puede desaparecer. Raramente se soluciona de manera espontánea, pero depende del caso.
En cualquier caso, hay diferentes maneras de gestionar este problema. Muchos pacientes notan alivio con soluciones de comprobada eficacia, entre otras la terapia del sonido, técnicas de relajación o terapia cognitiva comportamental (TCC).
Si el tipo de acúfenos que nos afecta deriva de una enfermedad subyacente que se puede tratar de manera eficaz, el acúfeno se curará al mismo tiempo que esta patología.
Sin embargo, hay casos en que es imposible determinar cuál es el factor desencadenante, por lo tanto, el tratamiento cambia de solucionar a gestionar el problema. Hay muchas maneras de afrontar las molestias, como la terapia TRT (terapia para reentrenamiento de tinnitus), técnicas de mindfulness o terapia del sueño.
Sí. Los sonidos y los ruidos asociados al acúfeno pulsátil —como las pulsaciones, los silbidos o los repiqueteos— no siempre son constantes y pueden ser de tipo intermitente.
Esto es especialmente cierto en caso que el problema derive de una determinada actividad física: los síntomas se reducen en cuando el flujo sanguíneo vuelve a ser regular. Por sí mismo, el tinnitus pulsátil no es causa frecuente de preocupación. Sin embargo, dado que en algunos casos podría ocultar una patología seria, cuando se producen los primeros síntomas de acúfenos o tinnitus pulsátil es importante consultar inmediatamente con un médico de familia o un audioprotesista.
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