Las perdidas de audición revisten características diversas y el diagnóstico más afinado es el que aborda las hipoacusias desde sus diferentes rasgos. Además del nivel de pérdida auditiva, por ejemplo, el tipo de hipoacusia hace referencia, habitualmente, a la parte del oído que se encuentra lesionada.
Para abordar la pérdida auditiva de la mejor manera posible tenemos que ser conscientes de que es una afección con rasgos diversos, debemos fijarnos en su alcance, sus causas y el nivel de pérdida auditiva, pero también en la parte del oído en el que se localiza la lesión. Esta última característica es la que determina la clasificación de los tipos de hipoacusia.
En estos casos, los daños se localizan en el oído interno o en los nervios que hacen la transmisión al cerebro. Las causas más comunes de la hipoacusia neurosensorial son las congénitas, pero también pueden aparecer por traumatismos, envejecimiento, exposición continuada a sonidos fuertes o reacciones a medicamentos, entre otras causas.
Cuando los daños se encuentran en los canales de transmisión del oído externo o medio hacia el oído medio, se considera una hipoacusia de transmision o conductiva. Provocan una pérdida de volumen de sonido y no de inteligibilidad de las palabras, porque habitualmente se percibe como una sensación de tapón u obstrucción.
En la hipoacusia mixta coinciden lesiones en los canales de transmisión con otros en el sistema neurosensorial. Tanto las causas como los efectos son una suma de los otros dos tipos, de manera que acostumbra a tener consecuencias más severas y un tratamiento más complejo.
Además de por las zonas del oído dañadas la hipoacusia también se puede clasificar en base a otros criterios.
Hace referencia al alcance de la pérdida auditiva, al margen de las causas o el nivel, es decir, si afecta a uno de los dos oídos (unilateral) o si la hipoacusia se presenta en ambos (bilateral).
Si la pérdida auditiva se presenta de manera sobrevenida, de una manera inmediata o al menos en un espacio corto de tiempo, se habla de sordera o hipoacusia súbita repentina, en contraposición a la hipoacusia progresiva que se manifiesta en un periodo de tiempo más largo.
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