El acúfeno es la percepción de un zumbido, silbido, chasquido o pitido que se escucha en los oídos o en la cabeza en ausencia de un estímulo acústico real. Este sonido puede ser intermitente o continuo, variar de intensidad o afectar a un oído o a ambos. Se trata de un trastorno que afecta muchos españoles, si bien no se considera una patología propiamente dicha, sino un síntoma relacionado con problemas del oído interno (objetivo) o enfermedades neurológicas y cardiovasculares (subjetivo).
El principal tipo de acúfenos es el objetivo, que, a menudo, se manifiesta como una molestia pulsante, está relacionado con un problema orgánico, y puede ser percibido en una exploración externa.
En el caso del acúfeno subjetivo, que es el más habitual, este solo lo percibe el paciente y, a menudo, está provocado por una exposición excesiva a los ruidos. Según la duración del trastorno, el acúfeno se define como agudo -si desaparece en 3 meses-, o como crónico -cuando persiste más de 6.
Dado que son muchas las causas y cambian de una persona a otra, no existe un tratamiento único para combatir el acúfeno. Normalmente se afronta este trastorno desde un enfoque multidisciplinar que prevé el tratamiento farmacológico, instrumental y psicoterapéutico. Debe mencionarse de manera especial la TRT (siglas en inglés de la terapia de reentrenamiento de tinnitus), cuyo objetivo es 'enseñar' al cerebro del paciente a considerar los acúfenos como no molestos, habituándose a los pitidos hasta practicamente no percibirlos. Además, elegir un estilo de vida sano puede aliviar en gran parte este trastorno y, sobre todo, evitar que se agraven.