Cuando la pérdida auditiva se produce tanto a nivel transmisivo como neurosensorial, se denomina hipoacusia mixta.
La pérdida auditiva mixta es el resultado de una combinación de factores conductivos y neurosensoriales. Un ejemplo común lo encontramos en una persona mayor con pérdida auditiva neurosensorial que también desarrolla un tapón de cerumen. La buena noticia es que la mayoría de las personas con pérdida auditiva mixta, que representa aproximadamente un tercio de las dificultades auditivas del mundo, se benefician significativamente de las soluciones auditivas.
La pérdida auditiva conductiva está causada por problemas en el oído externo o medio, que impiden una transmisión eficaz del sonido. En el caso de la pérdida auditiva neurosensorial, esta se produce por problemas en el oído interno o en las vías nerviosas auditivas, a menudo asociados al envejecimiento.
Cuando tanto la capacidad del oído externo o medio para conducir el sonido como la del oído interno o nervio auditivo para procesar y transmitir el sonido al cerebro están dañadas, los tratamientos deben abordar ambos aspectos para ayudar a las personas a conseguir una audición óptima.
La hipoacusia mixta puede clasificarse mediante términos médicos específicos que precisan el diagnóstico:
La gravedad de la hipoacusia mixta puede variar de leve a profunda. Esta variación puede describirse como:
Además, la pérdida auditiva mixta puede clasificarse según las frecuencias más afectadas:
La pérdida auditiva mixta es el resultado de una combinación de pérdida auditiva neurosensorial y conductiva, por lo que cualquier factor que cause estas afecciones puede provocar una pérdida auditiva mixta. Las causas principales son:
Dado que estos síntomas se solapan con varios tipos de pérdida auditiva, determinar la causa exacta puede resultar complicado. Un especialista en audición de GAES puede evaluar tus síntomas y ofrecerte una solución personalizada para tratar tu pérdida auditiva mixta.
El método más habitual para diagnosticar la hipoacusia mixta consiste en una evaluación audiométrica combinada con un examen de oídos, nariz, garganta y cuello, y el examen del historial detallado del paciente. La exploración física ayuda al especialista en audición a identificar posibles problemas fisiológicos, mientras que la audiometría evalúa la gravedad de la pérdida auditiva.
La evaluación audiométrica la realiza un especialista en audición con un dispositivo llamado audiómetro. El especialista interpreta los resultados de esta prueba, conocida como audiograma, para determinar el tipo y el alcance de la pérdida auditiva.
Este audiograma de hipoacusia mixta pondrá de manifiesto los diversos factores que afectan a tu audición. Por ejemplo, una persona puede experimentar tanto una pérdida auditiva relacionada con la edad como una acumulación excesiva de cerumen, combinación que da lugar a una pérdida auditiva mixta.
Tu audioprotesista revisará los resultados contigo para explicarte las causas de tu pérdida auditiva y comentarte los pasos a seguir en el tratamiento.
El otorrinolaringólogo es el médico de referencia al que debemos dirigirnos cuando sospechemos que tenemos una hipoacusia mixta. Este especialista realizará una serie de exámenes, incluidas pruebas audiométricas, para comprender mejor la naturaleza de la pérdida auditiva, ya sea transmisiva y/o neurosensorial, y establecer la terapia más adecuada.
Generalmente, en los casos de hipoacusia mixta, el uso de una solución auditiva es indispensable. GAES, desde hace más de 60 años, es líder mundial en el desarrollo y la personalización de este tipo de tecnologías auditivas constantemente innovadoras. Nuestro objetivo es que cada individuo pueda recuperar el placer de escuchar y disfrutar plenamente de su vida diaria.
El audioprotesista, tras una cuidadosa evaluación de tu capacidad auditiva, te propondrá la solución auditiva más adecuada a tus necesidades.