
La colocación de un implante coclear es una decisión muy importante. Y más todavía en el caso de los niños y niñas. Por eso, es importante que los padres y madres estén perfectamente informados de todos los detalles. Os damos algunas indicaciones, aunque lo mejor es que os dirijáis a un centro especializado y podáis resolver en persona todas vuestras dudas.
Las condiciones concretas deben ser evaluadas por un equipo de expertos, pero no hay ningún motivo concreto que lo desaconseje, sobre todo a partir de los 12 o 18 meses. Cuanto antes reciba un niño un implante coclear menos afectará a su proceso de desarrollo del lenguaje. Aunque un implante coclear no garantizará que tu bebé comience a hablar, sí que le permitirá escuchar sonidos y a partir de ahí, iniciar el proceso de aprendizaje. Los estudios más recientes demuestran que si el implante se recibe antes de los dos años, se puede desarrollar el lenguaje igual que los niños que no presentan problemas auditivos.
Los riesgos de un implante coclear son los mismos que se pueden atribuir a cualquier intervención, que en este caso está considerada médicamente de bajo riesgo. Más allá de estos inconvenientes, el dispositivo en sí no supone riesgos específicos, ya que la tecnología y los materiales están convenientemente testados y los aparatos están diseñados específicamente para el uso infantil.
Para consultar las condiciones y candidatos a utilizar un implante cochlear, puedes hacerlo en el siguiente enlace.
El implante coclear en niños puede marcar la diferencia de su desarrollo del lenguaje y de todo el proceso de aprendizaje. En términos generales, los beneficios pueden afectar a su integridad física, porque el oído nos alerta a menudo de peligros exteriores, como el tráfico, por ejemplo; a su estabilidad psicológica, porque mejorará su confianza y su autoestima; o a su vida social, porque se relacionará mejor con el resto de niños y con su entorno en general.
Hay algunos elementos que pueden determinar el resultado de la implantación, desde algunos factores médicos, como el estado en el que se encuentra el oído interno del niño/a y el tipo de lesiones que presenta; hasta cuestiones como el tiempo que ha pasado sin escuchar, es decir, el momento en el que ha recibido el implante. Además, la adaptación al implante coclear en los casos de niños, también tiene mucho que ver con una experiencia personal, es decir, la destreza para acostumbrarse a la situación y el tiempo, y la eficacia de la dedicación a su aprendizaje.
La recuperación es un proceso relativamente rápido. Algunos hospitales permiten que los niños se vayan a casa el mismo dia de la cirugía, pero los más habitual es que permanezcan en observación 1 o 2 días.
Dependiendo de cada niño, la duración del proceso de cicatrización de la cirugía puede variar. Cuando la cicatrización ha finalizado, es en este momento cuando se activa el implante coclear y se afina el dispositivo para ayudar al niño a ajustarse a este.
Le explicaran cómo funciona el procesador de sonido y cómo debe cuidarlo. Luego, lo programará y ajustará los niveles de volumen y tono que sean adecuados para su hijo.
El implante coclear en niños ha resultado clave para la inserción de los niños hipoacúsicos en el área escolar ya que el nivel de conversación que se produce en las aulas es perfectamente audible.
Para una correcta intervención de inclusión escolar en niños con implante coclear, los profesionales docente deben adquirir unos conocimientos específicos y básicos de las discapacidades que tienen los niños con implante coclear poder intervenir y analizar lo anteriormente descrito, así como favorecer la interacción con compañeros mediante actividades curriculares compartidas entre el grupo clase.