Después de un concierto o de estar expuestos a ruidos fuertes, puede notarse un zumbido en los oídos en forma de silbido u otro sonido. Si los ruidos en el oído persisten durante más de tres meses, se habla de acúfeno crónico. La intensidad de estos puede variar: en algunos casos, las personas afectadas consiguen integrar bien en la vida diaria el ruido constante en el oído; en otras ocasiones, el ruido en el oído es tan molesto que influye negativamente en el día a día, el sueño y la personalidad. Las consecuencias de esta situación pueden ser, entre otras, dolor de cabeza, irritabilidad, tensión o dificultad de concentración.
Los ruidos en el oído pueden producirse en un lado o en ambos. Para algunas personas, el zumbido, el silbido, el susurro o la señal acústica se producen de manera imprevista, para otras son constantes y persistentes. Esto hace necesario considerar de manera individual cada cuadro clínico.
El ruido en los oídos se produce en uno o en los dos lados. Si al ruido en los oídos se añade una sensación de presión excesiva en los oídos o de taponamiento, podría ser una señal de pérdida auditiva imprevista. Si los síntomas persisten, es necesario acudir a un otorrinolaringólogo.
Algunas personas tienen más probabilidades de oír un silbido en los oídos parecido al latido del corazón. A diferencia del tinnitus «real», el médico también puede oír este silbido con el estetoscopio. Este silbido a menudo está provocado por cambios en los vasos sanguíneos, por ejemplo a causa de constricciones o condiciones parecidas.
El zumbido en el oído no es más que el tinnitus. Sobre todo los ruidos a corto plazo en el oído se describen como «zumbido en el oído»; derivan, por ejemplo, de música a un volumen alto, conciertos u otros ruidos especialmente fuertes.
Sin embargo, el zumbido también puede estar provocado por factores físicos, como una otitis media o un cuerpo extraño en el oído. Otra causa habitual puede ser el estrés. El zumbido en los oídos combinado con el vértigo es señal característica de la pérdida auditiva imprevista y de la enfermedad de Ménière.
Los ruidos pueden expresarse como silbidos, señales acústicas, zumbidos, golpes o susurros en el oído. Las personas afectadas a menudo describen los ruidos como tonos muy agudos que se producen de manera continua y monótona.
El silbido constante en el oído se divide en acúfenos subjetivos y objetivos:
Ambos tipos pueden provocar síntomas como señales acústicas, silbidos o pitidos en el oído. El tinnitus a menudo también puede ser el resultado de un ruido que ha dañado las células sensoriales de la cóclea en el oído interno.
Lo que la persona percibe como un ruido pulsátil normal en el oído es en muchas ocasiones el ruido del flujo de sangre. Las personas describen este fenómeno también como la sensación de percibir el propio latido del corazón en el oído.
Si el ruido en el oído aumenta y disminuye dependiendo del ritmo del latido cardíaco, el tinnitus se llama también acúfeno pulsátil. Por ejemplo, una posible causa del acúfeno pulsátil es la hipertensión. Otras causas pueden estar relacionadas con los efectos colaterales de algunos fármacos.
Causas del pitido en el oído
Los ruidos fuertes, la música a volumen alto y los conciertos pueden dañar las células sensoriales del oído interno. En el peor de los casos, también pueden provocar un verdadero trauma acústico, que puede estar causado por un golpe fuerte o un impacto en la cabeza, una lesión en el cráneo o la explosión cercana de fuegos artificiales, entre otros ejemplos. A causa del daño en el nervio auditivo, se perciben pocas señales acústicas o, en el peor de los casos, ninguna. El tinnitus llena este vacío con un silbido permanente o una señal acústica.
En ambientes con ruido, se debería usar siempre una protección para el oído, como por ejemplo tapones para proteger este órgano.
Existen algunas palabras clave que pueden llevar a las desaparición del zumbido constante en los oídos, como por ejemplo: menos estrés, una vida más saludable, protección ante el ruido. Las personas afectadas por tinnitus pueden apoyar de manera activa su terapia prestándose más atención a sí mismas y preguntándose por la causa del acúfeno, buscándola, quizás, en un cambio que se haya producido recientemente en el día a día o en algún problema que cause estrés y ansia.
Si se comprueba que el tinnitus se debe a problemas de circulación, es conveniente iniciar un tratamiento para favorecer y mejorar la circulación sanguínea. Si existen otras causas, como el estrés, tiene sentido ayudar a reducir la ansiedad y la tensión, por ejemplo, con técnicas de relajación o ejercicio de respiración; realizar pequeñas pausas en el día a día puede suponer una ayuda. Otra posibilidad son los audífonos para acúfenos, conocidos como enmascaradores de tinnnitus o tinnitus-noiser, pueden ayudar a tratar el zumbido en los oídos.
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