Lavarse los oídos no es indispensable. Y es que aunque la formación de cerumen es un proceso fisiológico y completamente natural, que protege el oído medio e interno al atrapar bacterias y suciedad, si se genera más de lo normal, lavarse los oídos se convierte en una buena práctica de higiene. Veamos cómo lavar los oídos en la ducha.
Limpiarse los oídos en la ducha es, sin duda, la mejor higiene de esta parte del cuerpo. No hay una frecuencia prestablecida y aconsejada: se puede realizar el lavado siempre que se necesite o se desee , pues se trata de un acto completamente seguro y sencillo, que puede efectuarse además de forma totalmente autónoma en casa.
No, no es aconsejable ducharse con los audífonos ni que estos entren en contacto con el agua. El motivo no es tanto el agua, que también daña los aparatos que no se han creado para estar en contacto con este elemento, como los productos que utilizamos para nuestra higiene: la espuma puede estropear de manera permanente los circuitos internos, provocar un mal funcionamiento de estos e incluso romperlos.
Por lo tanto, es mejor no arriesgarse y quitarnos nuestros audífoinos antes de entrar en la ducha para disfrutar de un momento de relax después de una larga jornada o prepararse de la mejor manera para un día de trabajo.