La figura del otorrinolaringólogo

El otorrinolaringólogo, una profesión dedicada al oído

Aprende más sobre el otorrinolaringólogo, especialista en diagnóstico y tratamiento de pacientes con enfermedades y alteraciones de oído, nariz y garganta.

¿Qué es un otorrino?

El  otorrinolaringólogo u otorrino es el profesional médico especializado en los problemas o las  enfermedades propias del oído, la garganta y la nariz. Además, puede practicar las cirugías que estas áreas precisen, un campo que comparte con el cirujano maxilofacial.

¿Qué trata la otorrinolaringología?

Los  otorrinos son los profesionales que ejercen la " otorrinolaringología", cuyo término, de origen griego, se conformó a partir de los vocablos "otos" (oído), "rinos" (nariz) y "laryngos" (garganta). Esta rama de la medicina tiene múltiples subespecialidades, como la  foniatría, que estudia las variaciones en la articulación y conformación del lenguaje; la  audiología, encargada de analizar los problemas auditivos, como la  sordera o hipoacusia; la  rinología, dedicada a las afecciones y alergias nasales; la  otoneurología, relacionada con el  vértigo; y la  laringología, esto es, las afecciones de la laringe que alteran la voz.

¿Cuándo debemos acudir al otorrinolaringólogo?

Pero si te estás preguntando cuándo debes visitar a un otorrino, debes saber que no hay ningún motivo único que nos lleve a acudir a su consulta. Al ser un especialista experto en tratar patologías tan diversas, podemos necesitar su ayuda por problemas en los oídos, vértigos, pérdida de audición, parálisis facial, acúfenos o tinnitus (zumbidos o pitidos en los oídos) o incluso por tener la nariz taponada, perder el olfato o sufrir sangrado nasal o infecciones auditivas como la otitis.

Aunque los motivos pueden ser varios, centrándonos en el campo de la audición, el principal motivo de los pacientes a la hora de acudir a la consulta del otorrinolaringólogo es la hipoacusia o pérdida auditiva. Antes de la primera consulta debemos tener muy claro los antecedentes personales, la genética y si se toma algún tipo de medicación. Por ejemplo, será necesario informar al doctor/a si padecemos de asma o alergia y si somos fumadores. Se consideran personas de alto riesgo los fumadores, buceadores y las que se exponen a trabajos ruidosos.

En cualquier caso, es altamente recomendable visitar al especialista otorrino como mínimo una vez al año, para comprobar que todo está bien, o para tratar alguna posible dolencia que haya surgido. De este modo, además de preservar tu salud, facilitarás la detección precoz de alguna afección para un tratamiento más efectivo de la misma.

¿Por qué un mismo especialista para tratar el oído, la nariz y la garganta? Ésta es una pregunta muy común y la respuesta es sencilla: por la conexión que une a estas tres partes del cuerpo, lo que provoca que, a menudo, problemas que afectan a una área pueden repercutir en la salud de las otras dos. El oído y la garganta se comunican a través de la trompa de Eustaquio, un conducto de entre 3,5 y 4 cm de largo que conecta la garganta con el oído medio y cuya función es impedir las secreciones que pudieran estar infectadas desde la rinofaringe hasta el oído medio.

Otorrinolaringología pediátrica

¿Tu hijo/a necesita cirugía o tratamiento médico complejo para enfermedades o problemas en los oídos, la nariz o la garganta? Si es así, un otorrinolaringólogo pediátrico tiene la experiencia y la capacitación para tratarlo. 

¿Qué diferencia a un otorrino para niños?

Si bien es cierto que muchos otorrinolaringólogos generales prestan atención quirúrgica a los niños, en muchas zonas del país existe una atención de otorrinolaringología más especializada en menores. Este tipo de otorrinos son doctores que, además de los conocimientos generales en esta rama médica, han realizado programas de adiestramiento adicionales en un centro médico infantil, tratando a niños desde su nacimiento hasta los años de la adolescencia. Escogieron la pediatría como el foco de su práctica médica, y son expertos en la atención médica y quirúrgica para niños, a través de un entrenamiento avanzado y de la experiencia en la práctica médica.

¿Qué tratamiento ofrecen?

Los otorrinos pediátricos se dedican al tratamiento médico y quirúrgico de enfermedades de oídos, nariz y garganta en niños. Los más pequeños no siempre pueden decir lo que les molesta, responder a preguntas médicas ni tienen la capacidad para tener paciencia y colaborar durante un examen médico.

Teniendo claro todo esto, los otorrinos pediátricos saben cómo examinar y tratar a los menores de un modo que los haga relajarse y querer cooperar, usando para ello equipos especialmente diseñados. En las salas de examen y espera puede haber juguetes, vídeos y materiales de lectura para niños. Esto ayuda a crear un ambiente agradable y libre de tensión para los más pequeños.

Los otorrinos pediátricos ofrecen los siguientes servicios:

  • Diagnosticar y tratar problemas en los oídos, la nariz y la garganta, así como afecciones en la cabeza y el cuello.
  • Realizar cirugía en las zonas de la cabeza y el cuello.
  • Asesorar al identificar problemas de comunicación en niños.

¿Dónde puedo encontrar a un otorrino pediátrico?

Los otorrinolaringólogos pediátricos ejercen en diversas instituciones médicas, tales como hospitales infantiles, centros médicos universitarios y hospitales comunitarios grandes.

Visita al otorrinolaringólogo

La visita al otorrinolaringólogo tiene como objetivo identificar las patologías que afecten a los oídos, nariz y garganta y otras estructuras que pertenecen a la zona de la cabeza y el cuello. La visita al otorrinolaringólogo no requiere una preparación especial por parte de la persona que debe someterse a un examen. El primer momento ciertamente está dirigido a la recopilación de los síntomas que se quejan y el momento de aparición, el estado general de salud, patologías concomitantes con el posible uso de drogas, estilo de vida. Después de esta primera fase, pasamos al examen objetivo con una visión directa, en lo posible, del área a investigar y maniobras o investigaciones instrumentales diseñadas para brindar mayor información. Un examen con el otorrinolaringólogo generalmente consiste en:

  • Observación del pabellón auricular y otoscopia: la inspección del oído externo y el tímpano a través de un otoscopio u otomicroscopio resalta cualquier anomalía del canal auditivo y la membrana del tímpano. A menudo, el especialista puede limpiar los oídos con un lavado de oídos para eliminar un tapón de cera, una fuente de sensación de oído cerrado, pérdida de audición y tinnitus.
  • Palpación de cuello y glándulas parótidas con el fin de excluir o resaltar la presencia de hinchazones y / o neoformaciones.
  • Inspección de la nariz y sus cavidades (rinoscopia o fibroscopia) a través del rinoscopio o espéculo nasal, un instrumento que abre las fosas nasales y mediante una fuente de luz permite explorar las partes más profundas
  • Observación de la cavidad bucal y la garganta. Cuando sea necesario, el examen se puede realizar mediante el uso del fibroscopio, un sistema de fibra óptica que envía imágenes ampliadas de los órganos inspeccionados a un monitor.

Una vez que se hayan completado todas estas comprobaciones, el otorrino puede indicar un diagnóstico inicial con una posible terapia o recomendar más investigaciones como:

  • Prueba audiométrica, necesaria para evaluar la capacidad auditiva (presencia de alguna pérdida auditiva o hipoacusia). La audiometría se divide en tonal (percepción de tonos puros con diferente intensidad y frecuencia) y vocal (comprensión de listas de palabras en diferentes intensidades).
  • Impedanciometria, que evalúa el estado del tímpano y el oído medio (timpanograma) y los reflejos estapediales (contracción de un pequeño músculo del oído tras un estímulo de alta intensidad).
  • Pruebas vestibulares, necesarias para evaluar la funcionalidad del órgano del equilibrio.

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