El hueso temporal es un hueso par y simétrico que forma la parte lateral y la base del cráneo. Gracias a su posición, este hueso tiene una importante acción de protección del lóbulo temporal del cerebro y del oído. Asimismo, permite la formación de la articulación temporomandibular.
La porción escamosa forma la región superior del hueso temporal y representa la sección ósea de mayor tamaño. Esta porción lleva a cabo diversas funciones:
Entre los diferentes músculos que se relacionan con el hueso temporal, están:
Entre las articulaciones del hueso temporal encontramos las suturas craneales y las articulaciones temporomandibulares. Las suturas craneales son articulaciones de tipo fibroso que unen entre ellos los huesos de la bóveda craneal.
El hueso temporal incluye cinco de estas suturas, esto es:
Por su parte, la articulación temporomandibular permite la apertura, el cierre y el movimiento de la boca, por ejemplo, durante la masticación.
Los ligamentos conectados al hueso temporal son:
Desde el punto de vista de los nervios, el hueso temporal tiene relación con:
La fosa craneal media;
Entre los vasos sanguíneos conectados al hueso temporal se encuentran:
¿Para qué sirve el hueso temporal? Entre las diversas funciones del hueso temporal, la primera es proteger el lóbulo temporal del cerebro y una serie de nervios del cráneo. El hueso temporal también da forma al conducto auditivo exterior y aloja en su interior cócleas, canales y órganos del oído. Asimismo, protege las estructuras, más delicadas, del oído medio y del oído interno.
Como cualquier otro hueso de nuestro cuerpo, también el hueso temporal puede sufrir fracturas. Una fractura puede causar dolor en el hueso temporal derecho o en el hueso temporal izquierdo, pero se pueden producir también otros síntomas, como vértigos y una parálisis facial. A nivel de las células mastoideas, además, se puede desarrollar una infección bacteriana, conocida el nombre de mastoiditis, o un tumor.