Muchos de los que nos estéis leyendo ya estaréis disfrutando de vuestras vacaciones de Semana Santa. O estaréis a punto. Y seguro que un alto porcentaje ya habéis visto o participado (o lo haréis) en alguna procesión o acto tradicional de Semana Santa. Entre estos últimos, destacan las tamborradas. Son espectaculares. Pero el estruendo es notable y no está de más que, también en esta ocasión, cuidemos y protejamos un poco nuestros oídos.
Tambores y Semana Santa es sinónimo del Bajo Aragón, donde tiene lugar la denominada Ruta del Tambor y Bombo, declarada de Interés Turístico Internacional y que une a casi una docena de localidades de la zona, siendo las más conocidas Calanda, Alcañiz e Híjar. En todos los casos, las tamborradas se caracterizan por unir a centenares de tambores al unísono y durante muchas horas seguidas. Por eso, si se tiene previsto disfrutar de este espectáculo único, lo ideal es tomar una serie de precauciones para evitar daños en los oídos.
El riesgo en este tipo de actos tradicionales, como puede ocurrir también en los espectáculos pirotécnicos, es la pérdida de audición inducida por el ruido, que se puede producir o bien por un sonido intenso (una detonación) o bien por una exposición prolongada a sonidos de más de 80 decibelios (dB).
Entre los problemas más comunes que genera esta pérdida de audición figura la aparición de acúfenos. Y aunque muchas veces estos pitidos o zumbidos en el oído desaparecen, también pueden mantenerse en el tiempo.
De nuevo el mejor y más eficaz consejo para disfrutar de los actos de Semana Santa sin dañar nuestra audición es mantener una distancia prudencial respecto del origen del sonido. Y por supuesto, acotar el tiempo de exposición al mismo. Esta prevención se refuerza notablemente en el caso de los bebés y niños pequeños. En resumen: cuida tus oídos también en Semana Santa.