El 40% de los jóvenes se exponen a niveles de ruido excesivos

El ruido perjudica seriamente la salud. Es fuente de estrés, insomnio, ansiedad y, por supuesto, pérdida auditiva. Y el problema es que muchos de los afectados no son conscientes y mantienen hábitos diarios nocivos. Por ejemplo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi el 50% de los jóvenes de entre 12 y 35 años escuchan sus dispositivos electrónicos (MP3, smartphones y otros) a “niveles inseguros”. Y cerca de un 40% de estos mismos jóvenes agravan la situación al exponerse a niveles de ruido excesivo en discotecas, bares y eventos deportivos.

Coincidiendo con la celebración el pasado 12 de abril del Día Mundial de la Contaminación Acústica, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) emitió un comunicado en el que alertaba sobre el daño que estos niveles de ruido producen en la audición. En la misma línea, Juan Royo, especialista de la comunidad online de salud auditiva Viviendo el Sonido, señala que “cada vez vemos en las consultas más casos de pacientes jóvenes cuya salud auditiva está empeorando a causa de su exposición a elevados niveles de ruido”.

Lo que la OMS denomina “niveles inseguros” de ruido para las personas son aquellos que superan los 85 decibelios (dB) durante más de 9 horas o los 100 durante 15 minutos. Para situarnos en la magnitud del problema, basta señalar que la música de algunas discotecas supera esos 100 decibelios.

Cambiar de hábitos para reducir el exceso de ruido es la primera y más urgente receta para prevenir la pérdida de audición. La otra, es someterse a revisiones periódicas. En este sentido, el doctor Royo reconoce que “aunque tenemos el hábito de ir al dentista o al oftalmólogo con regularidad, no ocurre lo mismo cuando se trata de nuestros oídos”. Es más, según un estudio realizado por GAES, el 50% de la población no revisa con regularidad su audición.

Consejos básicos
FIAPAS considera que para proteger y cuidar la audición hay una serie de consejos básicos que deberíamos seguir, aparte del de acudir al médico otorrinolaringólogo ante cualquier señal de alerta de problemas auditivos:

  • Mantenerse lejos de las fuentes de sonido y de los puntos de origen de ruido.
  • Limitar y reducir el tiempo de exposición a sonidos de alta intensidad, teniendo especial cuidado con los reproductores de música personales.
  • Usar protectores auditivos en caso de exposición continua al ruido, particularmente si se trabaja en un entorno laboral donde se permanece mucho tiempo expuesto.
  • No adquirir productos auditivos para compensar la pérdida de audición que no hayan sido indicados por el médico otorrino. Deben ser, además, adaptados por un audioprotesista y en establecimientos autorizados.
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